¿Sabía que cuando los romanos cruzaron el Ebro, viendo los campos de olivares adyacentes, bautizaron el lugar como Oleum Flumen, o río de aceite?
La cuna de este producto mediterráneo, la aceituna y el olivo, encierran un mundo que fascina a entendidos y profanos.
Los curiosos aún pueden visitar olivos milenarios, como los dos centenares que se conservan en…